Grupo Control y Grupo Experimental

En un experimento controlado debemos tener dos grupos de prueba: un grupo control y un grupo experimental.

El grupo control y el grupo experimental son sometidos a las mismas condiciones, modificando solamente la(s) variable(s) en estudio. De esta manera, se observan los resultados y se registran las diferencias entre ambos grupos para poder elaborar una conclusión.

Ejemplo: Supongamos que deseamos probar un nuevo fármaco “activador cerebral” para decidir si es efectivo o no. Podríamos entonces suministrarlo a un estudiante y observar si logra mejorar su rendimiento académico. Sin embargo, esto podría resultar engañoso. Debido a que el rendimiento académico de un alumno está influido por muchos y variados factores, el hecho de que el estudiante mejorara sus notas no significaría necesariamente que el fármaco es efectivo, como tampoco implicaría que no lo es si su rendimiento se mantuviera o, incluso, empeorara.

Entonces, ¿cómo se puede saber si el activador cerebral funciona?

Se toma, por ejemplo, un grupo de estudiantes y se divide en dos. A uno de los grupos (el grupo control) no se le aplica el activador cerebral, mientras que al otro grupo (el grupo experimental) sí se le administra el fármaco.

Luego, se comparan ambos resultados. Si en el grupo experimental se observa un mejor rendimiento académico respecto del grupo de control, entonces podemos concluir que el activador cerebral es efectivo. Si, en cambio, no se aprecia una diferencia significativa entre el rendimiento del grupo control y del grupo experimental, puede concluirse que el fármaco no tiene efecto sobre el desempeño académico.

Para poder llegar a esta conclusión es importante, además, tener bajo control otras variables (variables controladas) que no son de interés, pero que pueden afectar al rendimiento académico, como la alimentación y las horas de sueño, por ejemplo.