En el año 1895 Wilhelm Röentgen descubrió los rayos X. Estudiando las emisiones de luz de un tubo de descarga eléctrica observó que una pantalla cubierta con una sal fluorescente destellaba cada vez que conectaba el tubo de descarga. Röentgen tenía claro que los rayos catódicos eran emisiones que no podían atravesar el tubo de vidrio, sin embargo y por alguna razón, una radiación “invisible” atravesaba las paredes e impactaba la pantalla. Comprobó también que el poder de penetración era sorprendente. Puso ciertos obstáculos entre la pantalla y la emisión (metales, madera, vidrio, etc.) y sin embargo, persistía la luminosidad. Supuso que era radiación de alta energía pero de naturaleza desconocida. Por esta razón le denominó radiaciones X. Sólo en 1912 el físico alemán Max Von Laue determinó la naturaleza electromagnética de los rayos X.
La explicación al fenómeno fue la siguiente:
Propiedades de los Rayos X
- Son radiaciones electromagnéticas.
- Se propagan en línea recta a la velocidad de la luz.
- Es imposible desviar su trayectoria mediante una lente o prisma, pero sí mediante una red cristalina (difracción de rayos).
- Son radiaciones ionizantes (ionizan gases).
- Pueden destruir células vivas.
- Atraviesan la materia.
- El grado de penetración depende de su energía y la naturaleza del medio que atraviesan.